
¿Realmente contaminan menos los coches eléctricos?
Uno de los debates más comunes sobre la movilidad eléctrica es su impacto ambiental. Aunque la fabricación de un coche eléctrico, especialmente la batería, genera más CO₂ que un coche de combustión, a lo largo de su vida útil la balanza se inclina a su favor.
Según estudios recientes, un coche eléctrico emite entre un 50% y un 70% menos de CO₂ que uno de gasolina o diésel, incluso teniendo en cuenta la producción de electricidad. Si la energía utilizada proviene de fuentes renovables, la reducción de emisiones es aún mayor.
Además, la industria avanza en el reciclaje de baterías y el uso de materiales más sostenibles. Con la electrificación del transporte y una red energética más verde, los coches eléctricos representan una solución real para reducir la huella de carbono del sector automovilístico.